martes, 30 de noviembre de 2010

Lunes de Pasión

Hoy hemos estado en el "centro de salud" de Nimzatt. Ha sido una verdadera locura. A nuestra llegada al centro de salud nos hemos encotrado con una marabunta de niños impresionante. Cómo sería que ya por la mañana la camarera del hotel nos había avisado que había "beaucoup de gent" en ese barrio y en los alrededores del centro porque ella los había vista antes de venir al hotel a trabajar.
Imaginaros pasar consulta a unos 40 ºC y con una humedad altísima. Como una sauna que no hubieran limpiado en unos años. Había ventiladores, pero creo que era de adorno, ya que a nuestras preguntas decían "il ne marche pas". La luz eléctrica se va constantemente a lo largo del día. Así que creo, yo al menos, no he sudado más en mi vida. Hemos visto muchísmos niños y diferentes patologías. Sin embargo lo más emocionante ha sido cuando me han llamado porque en una habitación del centro acababa de nacer un niño. El niño estaba sano y pesaba unos 3 kilos y medio. Lo he explorado y me ha dicho la enfermera que lo llamará Rafael.


El barrio de la Consulta de Nimzatt

Test del paludismo hechos hoy en una consulta, los tres de la izquierda son negativos y los demás positivos


La entrada del centro

Sala de espera

Una consulta

La cara del paludismo

Una familia senegalesa en la consulta



Descanso

Ha sido un día realmente horrible, pero al terminar nos hemos sentido contentos porque al comenzar nos creíamos incapaces de hacerlo. Pero a la salida nos esperaban un montón de niños que quería reir y jugar y les hiciéramos fotos. Su alegría nos la contagiaron y se nos olvidó lo pasado durante la jornada.                     









En la furgoneta en la que volvemos todos los días los ocho (nostros, Touré y el conductor) hoy hemos venido trece, cantando y riendo todo el camino de vuelta, las canciones que ya os sabréis de los payasos de la tele.


lunes, 29 de noviembre de 2010

Domingo día de relax

Como ya os dicho Africa y Senegal en particular, es una tierra de contrastes. De la tristeza de ver a la gente enferma sufriendo en  el hospital o a los niños talibés en la calle, puedes pasar, en sólo unos minutos, a la calle de al lado a la alegría de una boda, a la frenética vida del mercado o al ritmo increíble de su música.
Ayer tarde el Sr. Touré nos llevó a una celebración de una boda senegalesa. La sensación fue impresionante, gente bailando por todos sitios, cantando y alegría a raudales. Enseguida una señora nos cogió de la mano y nos metió en primera fila de un corro de gente. Todo el mundo nos saludaba a nuestro paso y nos daba la mano y nos invitaban a bailar con ellos.
Las bodas duran normalmente dos días y hacen fiesta en la casa de los padres de la mujer. En Senegal existe la dote pero es el hombre el que la paga y tiene que negociarla con el padre de la mujer. Aquí como en el resto de Africa se negocia todo y es obligatorio el regateo. Hasta para casarse.
Al ser Senegal un país de mayoría musulmana, la poligamia es común. Un hombre puede tener hasta cuatro mujeres como máximo. El tenerlas o no tenerlas no depende de su situación económica, si no sólo de la manera de pensar o ser de las personas. Hay hombres muy pobres que tiene cuatro mujeres y ricos con sólo una. Todo esto es bastante difícil de entender para nosotros y en las cenas con el señor Touré, Madame Chantal (directora de la aldea) y la Dra. Dominique, es motivo de risa y a veces "indignación" sobre todo de las chicas.





Tras asistir un rato a la boda, fuimos a un concierto de un grupo senegalés. El grupo en cuestión se llama Misaal y tocaba en un centro llamado "Alianza franco-senegalesa" que está muy cerca de nuestro hotel. La música estuvo genial y lo pasamos en grande con nuestros amigos senegaleses.








domingo, 28 de noviembre de 2010

Trabajo en el hospital

Los días de consulta han sido intensos. Hemos visto un montón de niños cada uno. Por un lado controles de salud de los niños que viven en la aldea y por otro niños enfermos u otros que las madres simplemente los traen porque se enteran que estamos y sobre todo porque la medicación que prescribimos nosotros es gratuita. Aquí se paga por todo, la medicación normalmente vale bastante dinero y también una consulta o un ingreso, y no digamos cuando se piden pruebas complementarias. Muchos niños o adultos simplemente o no van a que los vean cuando están enfermos o no se toman la medicación.
Mañana y pasado mañana  nos toca ir a una especie de "centros de salud" que hay por los barrios de la ciudad de Kaolack a pasar consulta. Estos centros son públicos y son mucho peores que el "hospital" donde hemos estado hasta ahora. Aquí en Kaolack hay muy pocos médicos, en el hospital hay sólo dos generalistas, uno que hace la ginecología-neonatología-general y otra joven doctora que hace las veces de pediatra. Y aún esto es un lujo en Africa.
Ayer tuvimos reunión para resumir el trabajo realizado en estos dias, y hasta a nosotros nos sorprendemos de la cantidad de niños que hemos visto hasta ahora.
Y hemos comprobado que como dice el dicho "En África no existen las fronteras, ni siquiera entre la vida y la muerte."

Realizando el test rápido de detección del paludismo. 

Estas son las tarifas del hospital para la asistencia (1 euro=650 francos CEFAS)
  En la entrada del hospital con Marie la secretaria del centro
 Begoña haciendo carantoñas a un bebé
 La sala de espera. Estos son los niños de la aldea infantil esperando a ser reconocidos. No se oía una mosca.
Haciendo el test rápido de detección del paludismo

sábado, 27 de noviembre de 2010

Los niños Talibés

Talibe, significa estudiante, de hecho tiene la misma procedencia que la palabra talibán. Pero en senegal un Talibé es un niño cuyos padres "si los tiene" lo han mandado a estudiar a una escuela coránica, a cargo de un señor llama marabú (morabito). Con frecuencia son niños procedentes de familias muy pobres y numerosas que ven en ello la posibilidad de darle una mínima "formación" al niño y por qué no decirlo quitarse una boca que alimentar. Estos niños no son educados, simplemente son echados a la calle para que con una pequeña palangana pidan, y lo que saquen, se los dé al morabito (que es como el "profesor"). Incluso altas autoridades del gobierno tienen escuelas coránicas como negocio, así que no tienen el mayor interés de solucionar el problema. De hecho, aquí no parece que sea ningún problema para ellos, tener niños en la calle, sucios, muchos enfermos, hambrientos, etc.
Sin embargo, no podéis imaginar la alegría que transmiten estos niños a poco que establezcas conversación con ellos. Y no digamos ya si les das un caramelo o cualquier otra tontería, enseguida se ríen y juegan contigo. Les encanta que les hagamos fotos y después se las enseñemos. ¡Se parten de la risa!.
Todos los días "robamos" fruta, pan y algún zumo del hotel y se los damos a los que están reunidos en la puerta del hotel o en la del hospital. Y entonces es una fiesta. Es una sensación que se ha de vivir, es difícil de contar y menos de imaginar.
Hemos visto muchos de esos niños en las consultas y por supuesto todos tienen parásitos intestinales, tiñas, sarna, heridas diversas infectadas, impétigo, paludismo, y en fin otras muchas cosas. Sin embargo son de hierro y lo soportan todo.





Ayer dimos una vuelta por el mercado de Kaolack. Es uno de los más importantes en tamaño de Senegal. Las "niñas" del grupo compraron telas para hacerse trajes, van a estar guapísimas!!. Regalos para vosotros la verdad que no hay mucho, no os hagáis ilusiones.
La sensación en el mercado es tremenda. El bullicio es increíble. Sale gente de todos los rincones, todos te saludan y te pasas todo el trayecto diciendo "bon soire, ça va?". También, lógicamente, te intentan vender lo que sea, pero no son demasiado pesados. El mercado no se parecen en nada a lo que podáis imaginar.





Ana: "Hay dos tipos de mercado, el que está en la calle, y otro en el que tienes que entrar. Una vez que atraviesas su puerta, te encuentras en un mundo diferente a todo lo que conocías antes. Entre ruinas, basura y malolor hay tiendas maravillosas de bordados, colores que ni siquiera te puedes imaginar, en un orden perfeco. Sastres que te hacen la ropa en el momento y a medida, pasillos llenos de zapatos en perfecto orden, exóticas esencias naturales para elaborar tu propio perfume, todo tipo de abalorios de los más variados colores. Un verdadero laberinto de vida, y como la propia vida, tiene su propio encanto."

viernes, 26 de noviembre de 2010

25 de noviembre: Hospital de Aldeas

Aquí os dejamos el reportaje fotográfico de hoy, nuestro segundo día de consulta. 
Como podeis comprobar a todos nos encantan los niños, cuanto mas mocosos mejor. Estamos en nuestra salsa por fin¡¡¡¡¡   






De izda a derecha: Mª Luisa, Ana, Adela, Begoña, Rafa y Marta



















jueves, 25 de noviembre de 2010

Visita a la aldea




Seré breve porque es tarde y estamos realmente cansados, ese mismo día de la llegada hicimos una vista por la aldea y el hospital que está a su lado que también es financiado por aldeas infantiles. Nos sorprendió como cosas que en España son básicas y se dan por hecho aquí ni se las plantean. Y hoy que escribo lo que vivimos ayer, lo puedo contar con más objetividad porque tras el primer el día de trabajo entiendo cosas que ayer no podía comprender. Podríamos contar muchas cosas de las que veo con mis europeos ojos y que aquí no se ajustan a la realidad. Para que podáis entender lo que quiero decir, no sé cuántos días llevo aquí, porque el tiempo funciona de otra manera.